Rosacruz

lunes, 3 de diciembre de 2012

21 de diciembre. Espíritu de la Navidad

Desde la antigüedad, cada 21 de diciembre cuando se inicia en el hemisferio norte el solsticio de invierno, se veneraban las divinidades de origen solar como Aura Mazdha, Visnú, Shiva, Amón-Ra, etc, porque los antiguos creían que entre el 21 y el 24 de diciembre habian nacido los grandes avatares y maestros de la humanidad; con el surgimiento del catolicismo estas deidades solares se transformaron o sincretizaron en la figura del Espíritu Santo, que cada 21 de diciembre baja a la Tierra con la misión de dar y su energía se irradia con gran fuerza hasta el 28 de diciembre, este período de tiempo debe aprovecharse para meditar y solicitar aquellas cosas que deseamos, pero debemos pedir sinceramente y sin mezquindad ni egoísmo, pues cortamos la energía positiva que debe llegar a cada ser del planeta.
El maestro Nativitas es un ángel de emanación solar, se le asocia con la estrella de nueve puntas y se puede colocarse en el centro de esta estrella la imagen del maestro, si lo prefiere solo coloca la estrella a la entrada de la casa para atraer la energía purificadora y fortalecedora de este ángel solar.
En la actualidad cada 21 de diciembre se acostumbra realizar reuniones familiares o de amigos para dar la bienvenida al santo espíritu de la navidad, se ha convertido en parte del ritual lo siguiente:
  • Ordenar y limpiar la casa con esencias de pino y mandarina;
  • encender luego varillas de mandarina, sándalo, jazmín, violeta o ámbar;
  • escuchar música de nueva era (sonidos de pájaros, llaves tonales o la canción de Nativitas);
  • exfoliar la piel con sales preparadas con esencia de pino (hombres) y mandarina (mujeres)
Antes de la reunión familiar, donde se prepara una cena en la que no deben faltar en el centro de la mesa las mandarinas, se realiza el siguiente ritual:

RITUAL DE INVOCACIÓN: Escoger un lugar y poner una imagen de Nativitas; colocar en forma de triángulo las velas para representar a la Santísima Trinidad, la blanca en la parte superior (rayo blanco de paz, el Cristo Interno, la tranquilidad), la verde en el extremo de la base izquierda del triángulo (rayo verde de la alegría, la salud y la felicidad), la naranja en el extremo derecho de la base del triángulo (rayo oro-rubí de la prosperidad, abundancia y estabilidad); quemar incienso; colocar una bandeja o plato para quemar las cartas. Elaborar la carta:

“Yo Soy invocando a la divina presencia de Dios en mí y al Amado Espíritu de la Navidad, de la prosperidad, alegría y paz para que en armonía para todo el mundo bajo la gracia y de manera perfecta se realice en mí: (realizar 7 peticiones por la humanidad, 7 por nuestro país y 7 personales), concluir la carta escribiendo GRACIAS PADRE PORQUE YA ME DISTE ESTE REGALO PARA HACERME FELIZ A MÍ Y A TODOS LOS DEMÁS.

Leer en silencio la carta y quemarla en un plato, al momento de quemarla decir mentalmente GRACIAS PADRE PORQUE ESTO YA SE CUMPLIO. Las cenizas se pueden esparcir al viento.
Finalizado el Ritual de Invocación, se procede a brindar y cenar en Paz y Armonía.
Bendiciones angélicas para todos ustedes, un abrazo en Luz, Vida y Amor.

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